
El cuerpo
Olvidado en nuestras sociedades desarrolladas y modernas, el cuerpo es nuestro soporte más profundo y perfecto. Genera la fuerza vital, es el receptáculo de las experiencias positivas y/o negativas que vivimos a lo largo de nuestra existencia, capta la vida y la información que nos llega del exterior y permite su proceso natural para lograr su integración. Una entidad completa y perfecta, lamentablemente olvidada, censurada y deformada.
Para lograr un verdadero cambio profundo, es indispensable que las experiencias sanadoras puedan inscribirse, enraizarse y vivir en el cuerpo. Todo está dispuesto para que esta entidad, que es el cuerpo, absorba lo mejor para nosotros.
A través de las sensaciones corporales, el cuerpo capta de una manera más arcaica y natural lo que necesitamos para restablecer un funcionamiento más equilibrado y menos alterado.
Del mismo modo, el cuerpo tiene la capacidad natural de regular e integrar la información que recibimos y que nos permite avanzar en nuestro camino de vida y aprender de las experiencias tanto positivas como negativas.